Tu pelo me llamó la atención desde el principio.
No te había visto nunca hasta ese primer día de gimnasia,
y alguien ya te había juzgado para mal.
Después de eso, inconcientemente y sin saber porqué,
traté de llamar tu atención (como sea)
Un año después le encontré sentido.
Sos buena, y hermosa.
Me gustas.