viernes

Entristecer mi ser es un placer.

Tengo el bendito defecto
de perdonar a mi asesino,
y la virtud tan preciada
de odiar al que me sana.
Tengo la buena suerte de tenerte cerca 
y que me lastimes,
y la desgracia de que me amen
cuando el dolor es lo que deleito.
No te culpes, culpame a mí.

Los defectos son virtudes también.


No hay comentarios: