Tengo el bendito defecto
de perdonar a mi asesino,
y la virtud tan preciada
de odiar al que me sana.
Tengo la buena suerte de tenerte cerca
y que me lastimes,
y la desgracia de que me amen
cuando el dolor es lo que deleito.
No te culpes, culpame a mí.
Los defectos son virtudes también.
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