Lo que mas de nuestra combinción me tinca
es la perfección del encaje en nuestros labios.
El día de hoy sufrimos un cambio
que dentro mío se añoraba con suspiros.
Una unión de nuestro aliento y lengua,
acompañado de tus manos en mi rostro,
mi pelo y mi cintura.
Nuestros cuerpos a escasos milímetros de distancia
emanaban calidez cual mitad de un fastidioso verano
y anhelaban soledades infinitas, juntos.
"¿Debería compararte con un día de verano?"
es un hermoso verso que en realidad no quiero citar,
porque el calor que yo quiero no es un calor de verano,
no se encuentra en el aire, saliendo de la nada.
El calor que yo quiero es el de tu alma y la mía,
unidas, en ceremonia de un amor que nisiquiera se si existe.
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